Es un pequeño y fresco municipio
santandereano con calles que evocan la cuna nativa de esta pujante región. Al
fin, después de muchos años de querer visitarlo, tuve la oportunidad de ‘pegarme
la pasadita’ que por falsos temores no había hecho.
Es indescriptible la belleza de
paisajes que se pueden observar antes de llegar a Los Santos, pastizales adornados
con tierras rojizas y peñas que incitan detenerse y tratar de escalarlas al
fundirse con el azul profundo del cielo.
Al llegar al pueblo te encuentras
con un lugar que parece detenido en la historia por sus casas de antaño con
algunas flores, tejas de barro y fachadas blancas; un pequeño parque rodeado
por diferentes negocios y la iglesia municipal que destaca como la edificación
más alta.
Este pueblito reconocido a nivel
mundial por ser uno de los más sísmicos del mundo, también es la cuna de la civilización
Guane que habitó estas tierras antes de que los españoles trajeran la cultura
europea a nuestro continente.
En resumen puedo decir que si
quieres sentir una conexión directa con el pasado y las bellezas naturales de
la región, puedes ir a Los Santos con una buena compañía y así ver con tus propios
ojos que tenemos lugares cercanos muy bonitos por conocer y que no todos los
planes son ir a “gastar por gastar”.
Recuerda que si conoces otro lugar y nos quieres compartir tu experiencia la puedes dejar como comentario. ¡Gracias por leer al desparchado!
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